jueves, 9 de abril de 2015

El accidente griego

Este Jueves se cumple el plazo de devolución de un importante préstamo del FMI a Grecia. En principio podrá pagarlo, pero el nivel de incertidumbre hoy día es máximo. No sólo por la pésima diplomacia desplegada por el país heleno (y eso que la última visita a Rusia no la considero un error sino un tanteo), también porque ya están todas las cartas en la mesa por parte de los principales actores implicados. Los que tienen que pagar (la UEM) no quieren soltar ni un euro si Tsipras no detalla unas reformas realistas que garanticen su devolución. Y el primer ministro griego juega al gato y al ratón con el fin de conseguir unas ventajosas condiciones de financiación que no llegan. Y mientras tanto, se les agota el tiempo y el dinero. Es cierto que pueden sacar más liquidez de empresas públicas y de aplazar el pago a proveedores. Pero yo creo que el "accidente" es inevitable. Puede retrasarse unos días o unas semanas, pero al final el gobierno griego va a tener que mover ficha. Los bancos helenos están exhaustos. El control de capitales se acerca y la gente saca el poco dinero que les queda (yo también lo haría). El país ha caído en recesión y disminuye la recaudación. Tarde o temprano se tendrá que recortar, o en las nóminas y pensiones, o declarar un impago. No hay otra salida. El gobierno griego se está ahogando con su propia soga, con sus propios errores e indeterminaciones. La pelota está en su tejado. 
Y mientras, yo reflexiono sobre cómo puede afectar lo que pase a mis inversiones. No soy un especulador y no me preparo para ganar dinero, que podría hacerlo. Me conformo con no perderlo. En este sentido, hasta el BoE esta haciendo planes contingentes por lo que pueda pasar. 
Está claro que un impago de Grecia iría unido a su salida del Euro. Por tanto, tengo que tener en cuenta que:
   1. El interés que pagan los bonos soberanos de los países periféricos subirá. 
   2. La cotización de muchos bancos bajará. 
   3. El selectivo español, que está muy bancarizado, lo notará más. 
   4. Todos los que tienen deuda griega lo sufriran en sus balances, por ejemplo el BCE
   5. Se tensionará el mercado de renta fija a todos los niveles: gobiernos y empresas
   6. Los particulares también lo sentirán. Habrá restricciones en los mercados de capitales.
   7. Los países periféricos nos miraremos unos a otros pensando quién será el siguiente. 
A mí me afectará, no cabe duda. Pero al no tener ni bancos ni aseguradoras creo que menos que a los que sí los tienen en sus carteras. 
Estoy preparado para un accidente griego. Y tú, ¿estás preparado?...

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