martes, 8 de marzo de 2016

Mejora del proceso de toma de decisiones II: aprender de los errores del pasado

Lo primero que a uno le dicen cuando compra un fondo de inversión es que rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras. Esto es totalmente cierto y también se aplicaría a la inversión en bolsa: evitar los errores pasados no garantiza que no se vayan a cometer errores nuevos en el futuro. De esos errores nuevos hablaremos en un tercer capítulo sobre este tema. 

Pero, aunque este razonamiento es cierto y está vigente, no por ello debemos dejar de aprender de nuestros fallos y errores de cálculo pasados con el objeto de mejorar nuestro estilo inversor. El estilo inversor es como el buen vino, mejora con el tiempo, pero sólo si tenemos una actitud crítica, reflexiva, de aprendizaje continuo. 

Además, no sólo debemos aprender de los errores propios si no también de los ajenos. Ver algunas carteras de inversión, que sus propietarios valientemente publican, lo cual considero meritorio, sirve para escarmentar en cabeza ajena. Compra de empresas pequeñas, con poca trayectoria, con malos fundamentales, desembocan más pronto que tarde en recortes e incluso supresiones del dividendo. Al final, no se puede pedir peras al olmo...

Pues esos tropezones, de los que nos lamentamos en su día, siguen ahí esperándonos para un segundo tropiezo. A veces con el ropaje cambiado, pero otras veces incluso siguen con los mismos mensajes y el mismo descaro. Me estoy refiriendo, en concreto, a empresas muy endeudadas, donde bastaría que España o la UE volvieran a tener una nueva crisis financiera para que sus balances se vieran muy tocados por tener que asumir altos costes de financiación. Es el caso de pesos pesados de nuestro IBEX, como IBE, ENG o TEF. O bancos con balance poco saneado. Y aquí meto a la banca alemana, italiana o portuguesa. 

Por tanto, algunos errores pasados que debemos evitar cometer en el presente, serían:

1. Que el centro de nuestra cartera esté formado por empresas con un ratio de deuda muy alto. Estas empresas tendrían un flanco muy débil si se endurecen las codiciones de financiación. El ratio de deuda debe ser una variable que consideremos en el análisis fundamental cuando analicemos una empresa. O la analicen otros por nosotros. Si en el análisis no se habla de deuda o su importancia se minimiza, malo, malo...

2. Si se adquieren bancos o aseguradoras, leer opiniones y análisis para cerciorarse, dentro de lo razonable, que no hay pufos en su balance. Si algo huele a muerto, es probable que oculte un muerto...

3. En las empresas industriales, no dejarse llevar por un optimismo injustificado de previsión de beneficios futuros. Los que manejamos y confeccionamos habitualmente presupuestos en nuestro trabajo, sabemos que el presupuesto se puede falsear por la línea no de los gastos, si no de la previsión de ingresos. Si los ingresos son poco realistas o están mal ajustados, podemos estar gastándonos el dinero que no tenemos. Lo mismo con las previsiones de beneficio. Si éstas son irreales, podemos estar metiendo dinero en una empresa inflada, en una burbuja que pronto o tarde estallará. Es lo que ha pasado últimamente con la bajada de precios en las acciones de la banca. Se ha visto que sus previsiones de beneficios no eran realistas, o que sus cálculos para volver al dividendo en metálico pecaban de optimismo...

4. No fiarse de los tremendos precios que cogieron algunas acciones en los años de burbuja 2000-2010. Se ha visto que esos precios son realmente inalcanzables e irrepetibles. Aunque las empresas cotizasen a esos ratios, su valor real era muy distinto. Un ejemplo, TEF, sin ir más lejos. 

5. Como consecuencia del punto anterior, no confundir valor con precio. Por ejemplo, yo me cuestiono si las acciones de REE valen tanto como su precio. Sinceramente lo digo. 

6. Las empresas que hacen cosas raras, guardan o esconden algo raro. Véase MDF con su auto-opa...

Bueno, pues hasta aquí he llegado. Si se queda alguna cosa en el tintero, ya lo sacaremos con los comentarios. 

Un abrazo a tod@s, especialmente a las mujeres inversoras

Julio

11 comentarios:

  1. Hola Julio...ETFS indexados y se acabaron las comeduras de tarro...Cada día que pasa lo tengo más claro. Al que le guste sufrir, (je,je,je) que se meta en balances y fundamentales y mandangas varias...

    Saludos

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    1. Hola PP. Esta claro que hay muchos tipos distintos de inversión. Pero recuerda que los ETF indexados invierten en acciones de empresas. Empresas con nombres y apellidos. ¿Alguna vez has visto un fondo "sufrir" porque una de sus empresas ha fallado. Yo sí, y he visto rentabilidades excelentes convertirse en malas sólo por eso.
      En fin, cada uno con su dinero hace lo que quiere. Es evidente
      Un abrazo
      Julio

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    2. Pero ese sufrimiento es pasajero y en el ETF indexado a un índice, dan boleto a esa empresa chunga y la cambian por otra.El índice continúa...

      Si la empresa chunga la tienes tú...te zampas la cagada tú solito.

      Claro que el llevar un índice implica tener todo el índice con lo que eso significa para lo bueno y malo...Pero estás a salvo de que una empresa quiebre...la cambian por otra y ya está...Si quebrara todo el índice...daría igual...habría quebrado el mundo...

      Pero vamos, que no voy a ser yo el defensor de estos productos...solo es que los veo ideales para no comerse mucho la cabeza...

      Saludos

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    3. Hola de nuevo. No sé si te has fijado, pero en general, cuando una empresa se incorpora al índice ya ha hecho parte de la subida. de hecho, la incorporan porque "va bien". En cambio, cuando vienen los problemas el índice se "come" parte de su bajada. Entonces la echan y, o maravilla, se arregla, sube y vuelve de nuevo al íncide. El IBEX está lleno de esos casos, pero también otros índices: Bankia, Gamesa, Ebro y ya verás como Abengoa, si sobrevive, le pasará lo mismo.
      Te lo digo como una reflaxión. esto no me lo he inventado yo, hay bastantes artículos sobre el tema.
      Hay que tener fondos indexados, sí, pero no son la panacea.
      Un abrazo
      Julio

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  2. Al final no queda ninguna empresa.

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    1. Hola, José. No comparto tu visión negativa. Empresas hay muchas. Pero hay que buscarlas dentro y fuera, con paciencia y leyendo mucho. Cuanto más amplio sea tu horizonte de búsqueda, más encuentras.
      Un saludo
      Julio

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    2. Hola Julio. Alguna empresa habrá, pero todas tienen algo negativo. Si no es la deuda, es por su exposición a Latam, o está regulada, tiene un PER alto, escaso crecimiento...

      Es complicado

      Un abrazo!!

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    3. Hola Josep. Está claro que no existe la empresa perfecta. Pero mi pensamiento iba por evitar tener la cartera con todas las empresas cojeando de lo mismo. Se puede tener empresas con deuda alta, pero no todo el núcleo de la cartera formado por estas empresas. Ni todas expuestas a LATAM, ni todas con deuda alta, ni todas reguladas, ni todas con PER alto...se trata de diversificar, ¡también con los defectos de nuestras empresas!
      Un abrazo
      Julio

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. La vida del inversor de bolsa es una carrera indefinida o que dura toda la vida.Comprar sin prisa pero sin pausa, vigilar, examinar nuestras acciones dentro de nuestras limitaciones.Tambien creo que es bueno el tener unos objetivos de vida, y preguntarse por que invierto en bolsa, que rendimientos quiero obtener presentes y futuros y para que causas, mejor coche, mejor casa, complemento para la futura jubilación, ect.....Creo que hay que saber diferenciar necesidades y avaricia.Desde este termino medio nuestras decisiones creo tendrán mas posibilidades de acercarse a nuestros objetivos.
    Un saludo

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    1. Hola Diego. Suscribo toda tu respuesta. En especial la mención que haces de la avaricia. A veces nos hace comprar mal y precipitadamente, otras veces nos paraliza cuando debemos hacer una rotación urgente. Nadie estamos exentos de caer en ella y mantenerla a raya debe ser parte de nuestra estrategia.
      Un abrazo
      Julio

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