Quizá el mayor riesgo que pueda tener hoy día un inversor en España es el riesgo político. Y no lo digo con visión cortoplacista, mirando la situación actual de cara a las elecciones generales del 20 de diciembre. Nuestro riesgo no es el ascenso de PODEMOS ni el final del bipartidismo. La irrupción de nuevos partidos en el horizonte es normal en una democracia madura y no es ni bueno ni malo para la economía y el país.
No, el riesgo político que veo y del que me gustaría reflexionar tiene que ver con la disminución de las clases medias en España y la percepción, cada vez más generalizada, de que una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos, un verdadero salto cualitativo y cuantitativo, vendría de la mano de un cambio político radical. Para unos es formar un nuevo estado, independiente, como remedio a todos los males. Para otros es constituirse en república, que también nos hará caer maná del cielo y a partir del destronamiento de la monarquía y la redacción de una nueva constitución, todo irá mejor, ya no habrá corrupción, ganaremos todos más dinero y viviremos mejor.
Pues mi opinión es que estos dos fenómenos, lo que propugnan, es comenzar un periodo constituyente para poner las bases de un nuevo sistema. Y, en la historia contemporánea de España, en estos dos últimos siglos, precisamente lo que nos ha caracterizado es la falta de un marco estable político, el comenzar un periodo constituyente cada 30 años ya que hemos tenido unas 7 constituciones distintas. Esa falta de estabilidad es responsable, en buena parte, del retraso histórico que llevamos los españoles respecto a nuestros vecinos europeos y occidentales.
Bueno, muy bien. Esta es mi opinión y cada uno tiene la suya. Pero el riesgo político es claro. El decir que en España se dice mucho pero nunca pasa nada no vale, ya que está comprobado que se dice mucho y se hace mucho. Sólo hace falta conocer un poco nuestra historia.
Por eso, me tomo muy en serio las baladronadas de muchos de nuestros políticos, sabiendo que conseguirán arrastrar a muchos y llevar inestabilidad a todo el sistema.
La única forma de estar preparado frente al riesgo político es anticiparse a los acontecimientos. Estar diversificado internacionalmente desde ya, y no pensar que cuando lleguen los problemas es cuando habrá que implementar las soluciones.
Desde mi punto de vista, el riesgo político afecta fundamentalmente a los siguientes campos económicos:
- El futuro de nuestro sistema de pensiones
- La estabilidad económica/inflación
- El riesgo soberano/deuda pública
Los que crean que la caja única de la Seguridad Social será centenaria creo que pecan de optimismo. Sinceramente, hay muchas posibilidades de que dentro de 30 años los mecanismos de previsión social sean distintos.
El anticiparse y estar preparados es lo mejor que podemos hacer para evitar este riesgo. Yo no pongo en manos de estos políticos cortos de miras, corruptos e ineptos (con pocas excepciones) ni mi futuro ni el de mis hijos. No podemos planificar nuestro futuro mirando a nuestros padres, sino debemos hacerlo pensando en nuestros hijos.
A veces nos creemos más listos que nadie. Nuestros abuelos, que conocieron una guerra, aprendieron el valor relativo del dinero y los problemas de la inflación y apostaron por las propiedades inmobiliarias. Y acertaron. Son nuestros padres y nosotros los que fracasamos al excedernos con este vehículo de inversión. Ahora debemos reflexionar sobre cómo preservar nuestra riqueza, nuestros ahorros, nuestro futuro y el de nuestros hijos, en el nuevo entorno de este principio del siglo XXI. Pero no quiero adelantar acontecimientos. En los próximos post hablaré de las pensiones y lo que he visto en mis viajes por Escandinavia. A veces no es necesario inventarse nada, sólo ver hacia dónde tendemos y lo que otros han realizado...
No, el riesgo político que veo y del que me gustaría reflexionar tiene que ver con la disminución de las clases medias en España y la percepción, cada vez más generalizada, de que una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos, un verdadero salto cualitativo y cuantitativo, vendría de la mano de un cambio político radical. Para unos es formar un nuevo estado, independiente, como remedio a todos los males. Para otros es constituirse en república, que también nos hará caer maná del cielo y a partir del destronamiento de la monarquía y la redacción de una nueva constitución, todo irá mejor, ya no habrá corrupción, ganaremos todos más dinero y viviremos mejor.
Pues mi opinión es que estos dos fenómenos, lo que propugnan, es comenzar un periodo constituyente para poner las bases de un nuevo sistema. Y, en la historia contemporánea de España, en estos dos últimos siglos, precisamente lo que nos ha caracterizado es la falta de un marco estable político, el comenzar un periodo constituyente cada 30 años ya que hemos tenido unas 7 constituciones distintas. Esa falta de estabilidad es responsable, en buena parte, del retraso histórico que llevamos los españoles respecto a nuestros vecinos europeos y occidentales.
Bueno, muy bien. Esta es mi opinión y cada uno tiene la suya. Pero el riesgo político es claro. El decir que en España se dice mucho pero nunca pasa nada no vale, ya que está comprobado que se dice mucho y se hace mucho. Sólo hace falta conocer un poco nuestra historia.
Por eso, me tomo muy en serio las baladronadas de muchos de nuestros políticos, sabiendo que conseguirán arrastrar a muchos y llevar inestabilidad a todo el sistema.
La única forma de estar preparado frente al riesgo político es anticiparse a los acontecimientos. Estar diversificado internacionalmente desde ya, y no pensar que cuando lleguen los problemas es cuando habrá que implementar las soluciones.
Desde mi punto de vista, el riesgo político afecta fundamentalmente a los siguientes campos económicos:
- El futuro de nuestro sistema de pensiones
- La estabilidad económica/inflación
- El riesgo soberano/deuda pública
Los que crean que la caja única de la Seguridad Social será centenaria creo que pecan de optimismo. Sinceramente, hay muchas posibilidades de que dentro de 30 años los mecanismos de previsión social sean distintos.
El anticiparse y estar preparados es lo mejor que podemos hacer para evitar este riesgo. Yo no pongo en manos de estos políticos cortos de miras, corruptos e ineptos (con pocas excepciones) ni mi futuro ni el de mis hijos. No podemos planificar nuestro futuro mirando a nuestros padres, sino debemos hacerlo pensando en nuestros hijos.
A veces nos creemos más listos que nadie. Nuestros abuelos, que conocieron una guerra, aprendieron el valor relativo del dinero y los problemas de la inflación y apostaron por las propiedades inmobiliarias. Y acertaron. Son nuestros padres y nosotros los que fracasamos al excedernos con este vehículo de inversión. Ahora debemos reflexionar sobre cómo preservar nuestra riqueza, nuestros ahorros, nuestro futuro y el de nuestros hijos, en el nuevo entorno de este principio del siglo XXI. Pero no quiero adelantar acontecimientos. En los próximos post hablaré de las pensiones y lo que he visto en mis viajes por Escandinavia. A veces no es necesario inventarse nada, sólo ver hacia dónde tendemos y lo que otros han realizado...
Hola, Julio,
ResponderEliminarLa diversificación te protege parcialmente contra el riesgo político. Por lo menos si inviertes en países con seguridad jurídica estás más o menos a salvo de nacionalizaciones, cambios de regulación que afecten a las empresa, etc... Lo que no veo cómo prever es que cambien las condiciones tributarias de nuestras inversiones. Contra eso lo único que hay es cambiar la residencia fiscal, ¿no?
Espero ese post sobre lo que tienes que contarnos de las pensiones en Escandinavia.
Un abrazo,
Czd
Hola CZD. Los muy ricos acuden a la estrategia de cambiar la residencia fiscal. Pero tú y yo ni podemos y, posiblemente, ni querremos cambiar ese domicilio. Por tanto, sólo queda diversificar en el instrumento de inversión. Nuestros abuelos fueron capaces de burlar la inflación galopante, nosotros encontraremos la fórmula para protegernos de la inestabilidad. Contra el riesgo fiscal la diversificacion en el instrumento, contra el riesgo político abrir, legalmente y pagando los impuestos oportunos, una cuenta en un país más estable. Yo creo que la unión bancaria nos dará esa posibilidad en breve, de manera fácil y sencilla. Un broker internacional, como IB, ya es en cierto modo diversificar con esa cuenta internacional. Pero hay que seguir dándole una vuelta a estas cosas...
EliminarUn abrazo
Julio
Hola Julio miedo me da como se dice en otros blogs, que en un futuro quizá nos traten como a "ricos" por tener 4 perras en acciones, y nos inflen a impuestos...
ResponderEliminarIncluso que persigan con impuestos especiales , esa diversificación en otros países...
Puede parecer descabellado...o no , tenemos unos cracks como gobernantes, que entre sus grandes ideas está la del FP de torero...¡pa mear y no echar gota!
Totalmente de acuerdo. Leí ayer que alguien había propuesto limitar los sueldos mayores de 6K al mes. Uno puede estar de cuerdo y pensar: "total, como yo no llego, que se joda el que cobre más". Pero lo peor es la teoría que está detrás, que es el intervencionismo y el populismo. Así, cuando nos frían a impuestos a los que tenemos acciones, la mayoría de la población pensará "total, como yo no tengo acciones, que se jodan los que las tengan". y al final igualamos a todo el mundo por abajo. Y de ahí a popularizar la pobreza hay poco camino, que se puede recorrer lentamente, como hace Argentina, o a zancadas como hace Venezuela.
EliminarHay que pensar algo, amigo PP...
Un abrazo
Julio