Aunque pudiera parecer así, no me he propuesto hacer de esta entrada una discusión académica sobre el concepto de YOC. Ya me disculparán los lectores que esperen una disquisición de este tipo. A mí me gustaría hablar del YOC como auténtico termómetro de nuestras inversiones en bolsa.
Si realmente se practica el B&H, nunca venderemos nuestros activos, salvo que tengamos una necesidad perentoria o que haya bajado considerablemente el YOC y no veamos que éste se pueda recuperar. El valor de mercado de nuestras acciones no nos debe preocupar, ni debemos sacar precipitadas conclusiones del mismo. Yo lo practico desde hace muchos años y dormí muy tranquilo en las bajadas de 2012. Las grandes empresas no se hunden. Su valor permanece aunque su precio baje.
Lo que pasa es que a veces tenemos "corazón de trader". Eso significa que en el fondo le damos mucha importancia a la revalorización en precio que llevan nuestras acciones. Puede ser que nos hayamos visto obligados a practicar el B&H de manera obligada con un valor, por habernos encontrado "pillados" por el mismo. O puede ser que realmente nos guste la "inversión value" y que en el fondo es la que estemos realizando. Todo esto es legítimo, cada uno hace con su dinero lo que quiere.
Si practicamos auténtico B&H como filosofía de inversión, lo único que nos debe preocupar es la marcha de la empresa y si ésta va a ser capaz de pagarnos su dividendo a largo plazo. Por eso, hasta ayer, estaba muy preocupado con Telefónica. No me salían las cuentas. Veremos lo que hace con la venta de O2 en Reino Unido. Es una buena inyección de capital que deberán manejar con prudencia. A mí me gustaría que redujeran deuda. Estaremos vigilantes. Telefónica esta perfectamente implantada en sus tres mercados principales, creo que ha seguido el camino correcto mediante la integración de servicios y tiene un gran futuro por delante con la comunicación entre objetos. Pero le cuesta pagar su dividendo actual. Ya veremos en los próximos años...
Una manera de aumentar el YOC medio de nuestra cartera es invertir en acciones que, año tras año, suban el dividendo, como los aristócratas del dividendo norteamericanos. Allí sí que cuidan bien al inversor minoritario. Poco a poco suben su dividendo por encima de la inflación y, en muchos casos, recompran acciones, además. Qué diferente de lo que hacen muchas empresas de la bolsa española, que acuden al scrip de manera indiscriminada. Además, suelen ser empresas grandes, multinacionales, con presencia en muchos mercados. Tienen un "payout" bajo, por lo que hay bastante margen de seguridad. Sus incrementos de dividendo son pequeños pero constantes. Aquí lo único parecido es INDITEX.
Otra manera de aumentar el YOC de nuestra cartera es comprar empresas cíclicas que estén en horas bajas. Esto es, que hayan reducido su dividendo por el final de su ciclo económico expansivo. Suelen estar, además, baratas en precio. En el futuro, cuando mejore su actividad económica, suelen aumentar su dividendo. Pero aquí es clave el comprarlas en horas bajas. En practicar verdadera inversión contrarian. Es muy duro comprar algo cuando el mercado va en la dirección contraria. Pero muy rentable... Es el caso, en los tiempos actuales, de todas las que tienen que ver con las materias primas.
No nos obsesionemos con la revalorización de la cartera. Aprovechemos ese tiempo que perdemos mirando el broker una y otra vez en leer directamente los informes trimestrales y anuales de nuestras empresas. No todo es indescifrable. Y seguro que nos podemos llevar alguna que otra sorpresa...
Otra manera de aumentar el YOC de nuestra cartera es comprar empresas cíclicas que estén en horas bajas. Esto es, que hayan reducido su dividendo por el final de su ciclo económico expansivo. Suelen estar, además, baratas en precio. En el futuro, cuando mejore su actividad económica, suelen aumentar su dividendo. Pero aquí es clave el comprarlas en horas bajas. En practicar verdadera inversión contrarian. Es muy duro comprar algo cuando el mercado va en la dirección contraria. Pero muy rentable... Es el caso, en los tiempos actuales, de todas las que tienen que ver con las materias primas.
No nos obsesionemos con la revalorización de la cartera. Aprovechemos ese tiempo que perdemos mirando el broker una y otra vez en leer directamente los informes trimestrales y anuales de nuestras empresas. No todo es indescifrable. Y seguro que nos podemos llevar alguna que otra sorpresa...
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