Parece que estos días los mercados están un tanto revueltos, entre otras cosas, por la posibilidad real de que en Grecia gane el populismo y este hecho termine derivando en una salida del país del euro. Esto no es nuevo. Lo que realmente ha cambiado respecto a 2012 es que esta vez Alemania está dispuesta a dejarla caer. Así de simple. Grecia no va a tener una segunda oportunidad, si gana la izquierda radical.
He querido titular este post MIRANDO A GRECIA, no porque crea que estamos como Grecia o porque haya riesgo real de una salida de España del euro. Hoy por hoy esa posibilidad me parece muy remota. Pero he querido llamarlo así porque España se parece cada día más a Grecia. Poco a poco nos vamos deslizando por un plano inclinado que va haciendo nuestra economía y nuestra sociedad más parecida a la griega. Veamos algunos signos preocupantes:
-Nuestra deuda pública poco a poco va engordando y está a punto de pasar la barrera del 100% del PIB. Recuerdo que la deuda de Grecia estaba en el 120% del PIB no hace muchos años y muchos economistas se llevaban las manos a la cabeza.
-Nuestra deuda pública, al igual que la griega, depende mayoritariamente de financiación exterior. En este punto nos diferenciamos de Bélgica, Italia, USA o Japón.
-Falseamiento de estadísticas económicas permitidas por Bruselas. Es el caso de la deuda pública española oculta en sociedades públicas o semi públicas.
-La bolsa española, al igual que la griega, no tiene la misma dinámica que otras del continente. Atrás quedaron antiguos máximos y mínimos que nunca volverán. Estamos ante un tiempo nuevo.
-Han proliferado numerosos casos de corrupcion en todos los partidos y a todos los niveles. No se salva ni la Corona.
-Aparecen movimientos populistas que coquetean, en sus postulados máximos, con dejar de pagar toda o parte de la deuda, dispuestos a asumir las consecuencias que tiene (el que se cierre el grifo de la financiación externa y tener que volver a la propia moneda para poder pagar las nóminas de funcionarios y pensionistas).
-Sector público (incluyendo las estructuras políticas) sobredimensionado y con bastantes ineficiencias.
-Incapacidad para poner en marcha reformas profundas si no es con presión externa. Un ejemplo: en España llevamos mucho tiempo oyendo hablar de fusionar ayuntamientos y eliminar diputaciones y no se ha hecho nada por electoralismo.
-Sociedad basada en el clientelismo y enchufismo. Los mejores deben emigrar. Véase el caso de la ciencia en Grecia y en España. Y lo peor es que una vez colocados fuera y aceptados por sus nuevos países de adopción, no quieren volver. Y con razón.
-La construcción y el turismo como uno de los principales pilares económicos en ambos países.
-Y por último, y bastante importante, a pesar de ser uno de los grandes países del euro, no formamos parte de su núcleo duro. La política económica dictada por Bruselas se hace mirando los intereses de los paises centrales de la Unión y no los de los periféricos. Un ejemplo son los tipos de interés del BCE. Para España y Grecia, antes de 2005, han estado demasiado bajos durante demasiado tiempo. Pero era la época en que Alemania necesitaba financiación barata para implementar sus reformas.
Lo dicho, hay que seguir mirando a Grecia atentamente, aunque sea por el retrovisor...
He querido titular este post MIRANDO A GRECIA, no porque crea que estamos como Grecia o porque haya riesgo real de una salida de España del euro. Hoy por hoy esa posibilidad me parece muy remota. Pero he querido llamarlo así porque España se parece cada día más a Grecia. Poco a poco nos vamos deslizando por un plano inclinado que va haciendo nuestra economía y nuestra sociedad más parecida a la griega. Veamos algunos signos preocupantes:
-Nuestra deuda pública poco a poco va engordando y está a punto de pasar la barrera del 100% del PIB. Recuerdo que la deuda de Grecia estaba en el 120% del PIB no hace muchos años y muchos economistas se llevaban las manos a la cabeza.
-Nuestra deuda pública, al igual que la griega, depende mayoritariamente de financiación exterior. En este punto nos diferenciamos de Bélgica, Italia, USA o Japón.
-Falseamiento de estadísticas económicas permitidas por Bruselas. Es el caso de la deuda pública española oculta en sociedades públicas o semi públicas.
-La bolsa española, al igual que la griega, no tiene la misma dinámica que otras del continente. Atrás quedaron antiguos máximos y mínimos que nunca volverán. Estamos ante un tiempo nuevo.
-Han proliferado numerosos casos de corrupcion en todos los partidos y a todos los niveles. No se salva ni la Corona.
-Aparecen movimientos populistas que coquetean, en sus postulados máximos, con dejar de pagar toda o parte de la deuda, dispuestos a asumir las consecuencias que tiene (el que se cierre el grifo de la financiación externa y tener que volver a la propia moneda para poder pagar las nóminas de funcionarios y pensionistas).
-Sector público (incluyendo las estructuras políticas) sobredimensionado y con bastantes ineficiencias.
-Incapacidad para poner en marcha reformas profundas si no es con presión externa. Un ejemplo: en España llevamos mucho tiempo oyendo hablar de fusionar ayuntamientos y eliminar diputaciones y no se ha hecho nada por electoralismo.
-Sociedad basada en el clientelismo y enchufismo. Los mejores deben emigrar. Véase el caso de la ciencia en Grecia y en España. Y lo peor es que una vez colocados fuera y aceptados por sus nuevos países de adopción, no quieren volver. Y con razón.
-La construcción y el turismo como uno de los principales pilares económicos en ambos países.
-Y por último, y bastante importante, a pesar de ser uno de los grandes países del euro, no formamos parte de su núcleo duro. La política económica dictada por Bruselas se hace mirando los intereses de los paises centrales de la Unión y no los de los periféricos. Un ejemplo son los tipos de interés del BCE. Para España y Grecia, antes de 2005, han estado demasiado bajos durante demasiado tiempo. Pero era la época en que Alemania necesitaba financiación barata para implementar sus reformas.
Lo dicho, hay que seguir mirando a Grecia atentamente, aunque sea por el retrovisor...
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