En mi juventud me leí el famoso libro del periodista Jesús Cacho sobre Mario Conde. En él oí hablar, por primera vez, del "tiburoneo bursátil". Por si alguien lo desconoce, se trataba de cómo se hicieron Juan Abelló y Mario Conde con la empresa Antibióticos, cuando no valía nada, y cómo la vendieron por un pastizal para, con ese dinero, ir comprando poco a poco, a minoristas, sus participaciones en BANESTO. Luego, en un momento determinado y de improviso, anunciaron la posesión de una participación significativa. Después de singularizarse en la fallida OPA hostil del Banco de Bilbao sobre el BANESTO, se hicieron con el poder dentro del mismo...y lo llevaron a la ruina. Se trata de una historia muy española, muy del gusto de la piel de toro. De hecho, muchos compañeros de universidad en aquella época empezaron a engominarse como Mario Conde y empezó a ser el banquero de moda. Más que eso diría, el banquero era el modelo a seguir: buen estudiante, inteligente (primero de su promoción de Abogado del Estado), se hizo rico rápidamente en bolsa gracias a un buen "pelotazo". Vamos, héroe nacional (de hecho, le dieron hasta un doctorado "honoris causa").
De esta historia yo aprendí, y quizá aprendió mucha más gente, que no es fácil hacerse rico en bolsa gracias a tiburoneos y pelotazos. Pero es una historia de un fracasado, que al final fue a la cárcel y lo perdió todo, por eso se ha olvidado con relativa rapidez. A mucha gente que le aplaudió y encumbró no le apetece que se recuerde su nombre ni que se les asocie con un corrupto y, además, un perdedor.
Pues bien, yo creo que todos llevamos un Mario Conde dentro de nosotros, esperando el primer descuido de nuestro yo racional, para salir y tiburonear un poco en bolsa. Para coger una empresa y empezar a liarnos comprando y comprando, algunas veces mucho, otras veces poco, ya que "al final se verá cómo es una joya y pegaré un buen pelotazo". Pero a veces la joya tarda en salir, LA REALIDAD ES TOZUDA, y no nos da fácilmente la razón.
Por eso yo prefiero la táctica, en bolsa, de la hormiguita. Voy picando, poco y espaciado, de aquí y de allá, pensando siempre no si habré acertado, si no que compro SABIENDO A CIENCIA CIERTA QUE NO HAY PELOTAZO. QUE NO HE ACERTADO, VAYA. No va a haber subida fulgurante del valor, ni de los dividendos. Soy una hormiguita y debo recoger millones de granos para hacer un granero. Y cuantos más granos coja, pequeños pero de forma constante, mejor.
En esto de la bolsa buena parte de la rentabilidad FINAL viene de la estrategia y de la mentalidad. De actuar bien y de ir poco a poco. Ya se ve que NO HAY ATAJOS. Los que apostaron por patrimonios OFFSHORE en Panamá hace unos años, ya se ve que tienen una cita con Hacienda al final del camino. Y que da igual que te apellides BORBÓN, ALMODÓVAR, ARIAS o lo que sea. Al final del camino te espera una buena "conversación" con Hacienda.
La táctica de la hormiguita tiene sus ventajas. Como eres una hormiga, no te metes en operaciones complicadas ni en tejemanejes rocambolescos. Cuando se lleva unos años invirtiendo en bolsa ya te crees que lo sabes todo y no es así. No sabes nada, pero tú no lo sabes. Qué paradoja, ¿verdad?
La hormiguita es humilde, va a lo suyo, es tozuda y perseverante, no quiere resultados rápidos ni tener la razón. La hormiguita va poco a poco, aprendiendo del camino, leyendo por aquí y por allá pero sin dar lecciones a nadie. Sabe que lo suyo es la cultura del esfuerzo y no la del pelotazo. Como no tiene claro qué grano es más importante que otro, coge todos por igual, con todos hace granero. Eso no significa que coja todo lo que ve en el suelo, sólo aquellos granos buenos de alimento para su despensa. No lleva allí nada superfluo, no arriesga, no hay aventuras. Sabe que sólo su tozudez y perseverancia va a hacer que al final tenga un buen granero.
En fin, no sigo. Este cuento, bien conocido por todos mis lectores y lectoras, se lo cuento yo con frecuencia a mis hijos. Y me lo cuento a mí mismo. Y lo hago porque no está de moda, porque lo que está en la calle es justamente lo contrario.
Bueno, apago la luz y os deseo buenas "noches" a todos. Que tengáis dulces sueños...
Hola Julio,
ResponderEliminarSi la paciencia es la madre de la ciencia, tal vez en la inversión sea incluso más importante.
Sobre Conde y la cultura del pelotazo, poco que añadir, él sin embargo sigue defendiéndose que cuando le defenestraron de Banesto el banco estaba comparativamente en mucho mejor situación que otros grandes cuando pinchó la burbuja inmobiliaria, le he oído en la TV quejándose amargamente de eso. Desconozco los detalles, tal vez hubo algo turbio.
Salu2 Cordiales
Hola Josep. Esto que comentas no me sirve para ver lo bien que estaba BANESTO, sino lo mal que quedó (y sigue) la banca española después de la burbuja. Quizá en esto Conde tenía razón, aunque para mí la palabra de un individuo que hizo lo que hizo (y fue condenado por ello) tiene muy poca credibilidad...
EliminarUn abrazo
Julio
Esta gente q dices q tiene q verse con Hacienda.
ResponderEliminarAl final nada,seguro q vas tu antes por una factura olvidada en el cajón.
Saludos.
No te extrañe, José. Pero ya han recibido un primer castigo, el de los medios...Eso no se lo quita nadie...
EliminarUn abrazo
Enhorabuena no sólo porque creo que está bien escrito y desarrollado sino porque en estos días en que triunfa el pelotazo, la mentira y el engaño es importante y hasta revolucionario dar el valor que merece al trabajo honrado y la constancia para cambiar las cosas. Me ha encantado.
ResponderEliminarLo importante no es si el ejemplo de Banesto aplica como comentáis, a todos seguro que se nos ocurren muchos casos similares de cultura del pelotazo y engaño por ejemplo de políticos, aunque sea en otro ámbito.
Hola Juanma. Efectivamente lo de Banesto es un botón de muestra. Pero me vino a la cabeza preparando el artículo por lo del tiburoneo. Si la cultura del pelotazo está metida hasta el tuétano en nuestra sociedad, no te quiero contar en bolsa. Es hasta revolucionario, como bien indicas. Y tenemos que dar buen ejemplo a nuestros hijos. No sé si los tienes, pero para mí es fundamental.
EliminarUn saludo
Julio
Hola Julio, ser hormiguita es lento pero seguro...
ResponderEliminarY si hay veces que te entra por la cabeza, cambiar de rumbo porque el método hormiga es demasiado largo y tedioso...ahí va una historia:
Una hormiga cruzaba todos los días un arroyo montado en una pajita de trigo de las muchas que habían flotando en el agua...tardaba en cruzar pero llegaba sana y salva a la otra orilla.
Una zorra que estaba bebiendo del arroyo, al ver a la hormiga en su lento camino en la paja, se ofreció para transportala en su lomo y así cruzar las dos de un solo salto.
Pero la zorra calculó mal la distancia, cayeron las dos al agua...Y se ahogaron.
MORALEJA: "Nunca cambies una buena paja por una zorra que se te ofrece".
je,je,je
Saludos
Jajaja. Qué bueno.. Eres incorregible...
EliminarHola Julio.
ResponderEliminarPara mi lo importante es la paciencia y el trabajo. Soy tan tozudo como tu hormiga, a lo mejor no tan inteligente, pero si constante.
Estoy leyendo un libro genial que me han regalado, que habla precisamente de la cultura del esfuerzo, se titula: Los genios ya no nacen...está genial.
En cuanto a diversificación, pues creo que está claro que nadie sabe exactamente donde estará el pelotazo. Hace unos días recibí un correo con esa pregunta, je, je. Me pedía que le dijera que empresas y sectores pensaban que serían los que mejor funcionarían en los próximos años...en fin, ni idea.
Un abrazo.
Hola Miguel. Veo que compartimos unos principios y unos valores. Ya me lo esperaba, ya que se notan en tu blog, donde dejas tu impronta.
EliminarPor cierto, si al final terminas dando consejos de donde dar el pelotazo, guárdame ración y media por si acaso, jejeje.
Un abrazo
Julio
¿Que ha perdido todo Mario Conde?
ResponderEliminarJejeje, ejemplares de ese calibre tienen mucho en paraísos muy de moda ahora.
Nosotros a lo nuestro.
Saludos.
Cierto, Bético, esta gente suele tener los riñones bien cubiertos...
EliminarUn saludo
Hola, Julio,
ResponderEliminarOtra vez llego tardísimo jajaja soy incorregible :)
Hormiguitas sin meterse en operaciones complicadas: últimamente hay una especie de susurro en la comunidad que va subiendo de tono, como cuando el defensa malo que nadie creía que fuese a avanzar 10 metros va sorteando contrincantes uno tras otro y acerca al área peligrosamente. El defensa malo son las opciones. Todo el mundo se ha apuntado al carro, han salido varias revisiones de libros y muchos están empezando a usarlas.
Tanto es así que yo leeré (intentaré leerme) en verano algún libro sobre el tema. ¿La operativa que proponen (vender puts para cobrar prima o quedarse con las acciones en el peor caso) entra en un categoría de operaciones complicadas? ¿Cuál es tu opinión al respecto?
En un par de días publico un artículo brutal (o a mi me lo parece) de un colega blogger que se posiciona radicalmente en este aspecto.
Un abrazo,
Czd
Hola CZD. Pues deseando leer el artículo....Sabes que tengo opinión propia, aunque muy respetuosa con lo que hagan los demás. Y este tiempo de lateralidad favorece la aplicación de derivados.
EliminarYo solo hago, desde siempre, operaciones de efectivo. Lo que gane o pierda lo hago con el dinero que me sobra. Es muy fácil, cuando se mete uno en operaciones de derivados, empezar a apalancarse, aunque sea sutilmente. Y cuando te apalancas...te juegas tu casa. Porque cualquier operación deberá ir avalada, bien sea con efectivo, bien sea con bienes.
Para ti, que eres mi amigo, si te voy a dar un consejo: no juegues con derivados. No porque sean malos en sí mismos, sino porque es un plano inclinado. Daría el mismo consejo a quien se meta en apuestas deportivas o a quien quiera probar las drogas. De por sí, usadas un par de veces, no son malas. El problema es el enganche, el dejarte llevar por la pendiente hacia abajo.
Espera a ver cómo les va a otros. Sé prudente. Y después de un tiempo haces algo, pero cuando hayas conocido de primera mano cómo les ha ido a esos que observas, en unos años.
Ya te comenté que soy hormiguita en bolsa, pero no siempre lo he sido. Gracias a operar siempre con efectivo y de lo que me sobra para vivir he podido remontar mis errores. Los errores con derivados son más difíciles de remontar, también psicológicamente.
Comprendo perfectamente el punto en el que te encuentras. Recuerda que esto es a larguísimo plazo. Y cuanto más sencilla sea nuestra operativa, mejor
Un abrazo
Julio
Hola, Julio,
EliminarSí, iré en la línea que comentas, la de la prudencia, por dos motivos. El primero es que es mi carácter natural y el segundo que me conllevaría estrés "mental" vender una put de una empresa que quiero y cualquiera de los dos resultados posibles: quedarme con la prima o quedarme con las acciones.
Me da la impresión de que si utilizas venta de puts es porque no las quieres de verdad. Si te las tienes que quedar te quedas sin efectivo para vender otra put y eso no es bueno si quieres seguir operando con puts. Y si no te las tienes que quedar, en el fondo te estas engañando porque justificas la operación diciendo qu es un win-win y que si te las tienes que quedar no pasa nada, pero realmente no las quieres.
Un abrazo,
Czd
Hola CZD. Tienes toda la razón. Lo que expones en el segundo párrafo complica bastante la operativa. Y mi experiencia es que hay veces en el que las complicaciones ya vienen dadas por las circunstancias...
EliminarValoro tu prudencia
Si ves que alguien se hace rico avísame...
Un abrazo
Julio