He querido esperar un par de semanas desde las elecciones andaluzas para oír todo tipo de comentarios a analistas y políticos y para reflexionar sobre lo que ha sucedido. Lo primero que me ha llamado la atención es que mucha gente de Madrid no entiende por qué han vuelto a ganar los socialistas. Creo que basta con haber vivido una temporada en esa comunidad para comprenderlo perfectamente. Desde la distancia se ven las cosas de otra manera, no digamos si está sesgado por los medios de comunicación de un claro signo, que ven la realidad a través de su prisma político. Pero no es esto en lo que quería centrarme. Me gustaría hacer una reflexión en voz alta sobre el ascenso de los nuevos partidos políticos y el nuevo escenario generado.
El que la gente participe en un proceso político y que todo el mundo se sienta representado por un partido conforme a sus ideas yo lo veo positivo para el país. No me parecen muy democráticas las polarizaciones tipo "o conmigo o contra mí " que pasan en algunos países cuasi dictatoriales tipo Venezuela, Rusia o Irán. También es a lo que tendía el proceso secesionista catalán antes de la irrupción de Podemos. Me gusta la pluralidad y creo que es buena para el sistema. Pero requiere ponerse a hablar el día después de las elecciones, y a eso no estamos muy acostumbrados en la piel de toro. Debido a nuestra historia y a nuestro carácter nos cuesta mucho llegar a consensos. Nos sentimos más cómodos con el bipartidismo. Pero los nuevos tiempos marchan en otra dirección.
También es interesante comprobar que las nuevas opciones políticas tienen un techo, y que se van a ver obligadas a negociar con las antiguas si quieren significancia en la escena actual. El hablar y negociar es bueno, tanto para los antiguos como para los nuevos. Coger todo el poder de golpe como le ha pasado a Syriza en Grecia, sin experiencia de gobierno, puede llevar a un escenario de contradicciones permanentes, a ser el hazmerreir en Bruselas, a que tus ciudadanos retiren los depósitos de los bancos y a quedarte sin dinero en pocas semanas. Veremos lo que pasa cuando no puedan pagar ni nóminas ni pensiones. GRECIA es un polvorín que está a punto de explotar.
Pero esto no creo que suceda en España. La economía está creciendo, y aunque hay mucha gente que no lo nota, no parece que esto lleve a una mayoría de la opción populista. Máxime cuando han aparecido otras opciones moderadas distintas a los partidos tradicionales con las que se puede castigarles por la corrupción. Lo mejor para regenerar a un político no es meterlo en la carcel, es apartarle a él y sus amigos del poder.
Sé que mis reflexiones no serán compartidas por muchos. En esto de la política cada uno tenemos una visión. Pero para que esto marche tenemos que ser capaces de hablar los unos con los otros y llegar a opciones de consenso. Y no hay nada mejor que la aritmética postelectoral para ello. Vamos a enseñar a nuestros políticos a sumar el día despues de las elecciones. Porque si no, lo tienen crudo, muy crudo...
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