Los españoles tenemos una baja cultura financiera. Eso se debe a nuestro pasado (llevamos sólo unos 30 años de desarrollo económico en libertad) y a nuestra mentalidad. Tenemos mucho que aprender de, por ejemplo, los anglosajones. Seguimos llevando nuestros ahorros a los bancos y dejándonos aconsejar por los comerciales de los mismos. Apenas usamos asesores financieros independientes. En estos temas estamos como en pañales.
Los que tenemos un poco más de formación económica tampoco tenemos las ideas demasiado claras. Nos dejamos llevar por temores, prejuicios y la famosa "ley del péndulo". Como hemos visto muy de cerca los estragos de la burbuja inmobiliaria, estamos excesivamente escaldados y miramos el mundo inmobiliario con horror, como algo maldito. Un "agujero negro" financiero que nos devorará lo poco que tenemos...
Y no es así. Las rentas inmobiliarias son parte de una cartera de inversión suficientemente diversificada. Uno no se compra un piso "para dar el pelotazo" como era el sueño de miles, millones de compatriotas en el decenio pasado. Los pisos se compran para obtener rentas de los mismos, con una gestión prudente y certera, como con una buena cartera bursátil. Los miedos en este tema son infantiles e inmaduros, como el miedo que mucha gente le tiene a la bolsa.
No dejaré de hacer incapié, una y otra vez, en la importancia de diversificar. En activos, en continentes, en monedas, en culturas. Y si hubiera vida en otros lugares, en planetas...
Tenemos que adquirir una visión más universal. Ser más profesionales en estos temas. No dejarnos llevar por prejuicios, manías, recuerdos de otras épocas.
Hay que ver qué bandazos pegamos. Hace 50 años tener un piso para alquilar era el sueño de nuestros abuelos. Ser un "rentista". Vivir de las rentas. Nuestros padres hicieron posible el tener una segunda residencia. El que pudo. Y en ese caso el sueño era comprarla por 10 y venderla por 50. Algunos lo consiguieron. Y a nosotros nos estalló la burbuja en nuestras manos. En este caso el sueño era salir de la trampa que nos habían tendido: hipotecas gigantescas, precios a la baja. Porque los pisos, como todo bien en el mercado, puede subir o bajar de precio. Muchos lo han experimentado con dolor.
En mi opinión, los bancos se van a cuidar muy mucho de volver a dar hipotecas sin ton ni son. El mercado de alquiler va a ir cogiendo fuerza. Poco a poco. Volverá a ser lo que ha sido siempre, un mercado fuerte que garantiza rentas excelentes. Pero para ello se tiene que ir deshaciendo el nudo en el que estamos inmersos. Ya falta poco.
Esto es como todo. En medio está la virtud. Desconfía del que sólo te habla de acciones y bolsa lo mismo del que hace 10 años sólo hablaba de pisos y de dar entradas para pisos. Y recuerda que todos los activos son susceptibles de padecer una burbuja, las acciones también...
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