miércoles, 28 de septiembre de 2016

Errores de inversión

Cuando uno empieza un post con este título, la primera reacción instintiva es definirlo como "lo que hacen otros". Tendemos a pensar que nuestra operativa es la repanocha, que sabemos un montón de todo y que nuestras equivocaciones son casi inexistentes. Y, lamentablemente, no es verdad. Cometemos errores de inversión con mucha más frecuencia que la que pensamos. En cambio, solemos tildar de errores algunas cosas que no lo son tanto. Me explico.

Según pasan los años como inversor en bolsa, y aumenta nuestra experiencia, nos vamos creyendo si no genios, por lo menos unos especialistas "casi sabios". De los que todo lo ven venir y tienen la respuesta más apropiada para cada circunstancia. Nos creemos situados en plena "pomada" bursátil. En esta situación, nuestra capacidad de análisis crítico se ve menguada por una creciente soberbia que nos hace pensar que lo que hacemos está bien y que lo que hacen otros está mal. Y esta situación nos deja más indefensos y nos hace más proclives a los errores de inversión. De esos que cuesta reconocer y que nos hacen perder dinero. Mucho o poco, no lo sé. Según lo gordo que haya sido. 

Porque esa sería la primera definición de error de inversión, lo que nos hace perder dinero. Por tanto, una inversión en bolsa no se convierte en error hasta que se materializa una venta con minusvalías. Por eso nos cuesta tanto rotar cartera, porque supone aflorar y hacer patente un error de inversión. Pero hay errores chiquitos (que cometemos todos con frecuencia) y errores de bulto. De esos que nos hacen perder no centenares, sino miles de euros. Este tipo de error es más esporádico, menos frecuente, pero cuando se produce suele ser por un importe superior a 10 o 12 errores más frecuentes y pequeños. Estos son los errores que hay que evitar, los que dejan tocadas a las carteras y de los que cuesta un tiempo recuperarse. Dan al traste con las ganancias de uno o varios años. Y nos suelen dejar no sólo tocados, muchas veces hundidos y con un pie fuera del mercado. 

Estos deben ser los errores que debemos evitar a toda costa, aunque no es fácil. Lamentablemente este tipo de errores se cometen o muy al principio o ya al final, cuando decidimos poner fin a una situación insostenible. 

Hay algunas empresas de nuestra cartera que pueden darnos la impresión de ser errores de inversión. Bien sea porque nos parece que no se revalorizan lo suficiente o hay problemas con el dividendo. Por eso es muy importante tener bien claro nuestro objetivo y lo que pretendemos con ese valor. Si lo tenemos por el dividendo y lo paga religiosamente y con una rentabilidad decente (3, 4, 5, 6%, depende de la exigencia de cada uno) entonces no es un error de inversión, aunque esté en rojo en nuestra cartera. Si lo tenemos por el dividendo y lleva un tiempo sin pagarlo, entonces sí lo es nos pongamos como nos pongamos. En ese caso, si no hay expectativas de que vuelva a repartirlo en un futuro inmediato, lo mejor es venderlo y asumir las pérdidas. Reconocer, ante nosotros mismos en primer lugar, que nos hemos equivocado. Si lo teníamos por inversión VALUE entonces el tema es más peliagudo. Entra en juego el plazo temporal, el tiempo que teníamos previsto para que esa empresa se revalorizara un determinado porcentaje. Y evaluar, en ese caso, si nos hemos equivocado es mucho más complejo. Por eso yo no practico directamente este tipo de inversión. Porque aunque sea a largo requiere tomar bastantes decisiones en el corto plazo, y puede llegar a quitarnos el sueño el determinar si nos estamos equivocando o no. Y para mí no hay nada más importante que dormir tranquilo. Prefiero encomendársela a un gestor de fondos.  

Desde luego, de los errores de inversión, grandes o pequeños, se aprende un montón. Yo lo he hecho. Sólo deseo para mí y para vosotros que este aprendizaje sea lo más barato posible. Aprender palmando miles de euros no se lo deseo a nadie. Mejor, antes que eso, comprarse un buen libro. 

Y vosotros, ¿qué errores de inversión habéis cometido?

Un abrazo

Julio


martes, 20 de septiembre de 2016

El ejemplo de Chevron

Estos días, aquellos que tenemos acciones de Chevron hemos vuelto a cobrar puntualmente su dividendo. CVX no falla en su cita con los inversores a mediados de los meses de marzo, junio, septiembre y diciembre. A mí, por lo menos, no me ha fallado en estos últimos años. Lo cual no significa que no pueda hacerlo. Pero este es el motivo de mi reflexión. 

CVX, como todas las petroleras, está sufriendo la crisis de los precios del petróleo. En resumidas cuentas, se trata de que el petróleo es cada vez más caro de obtener, ya que los nuevos pozos están en aguas profundas, en arenas bituminosas, en pizarras y en sitios cada vez más inaccesibles. Inaccesibles y caros. A esto habría que añadirle que se intentó evitar, por parte de las monarquías del Golfo, las cuales extraen su petróleo de manera más económica al estar disponible de forma más superficial, que se asentasen los métodos de extracción no convencionales basados en el fracking, inundando todo de crudo barato para que estos productores, sobre todo en USA, quebrasen. Pero estos nuevos productores se han caracterizado por ser muy resistentes, más de lo que estas monarquías podían aguantar. Y para colmo, entró IRAN en liza, queriendo recuperar su cuota de mercado anterior a las sanciones. El cóctel es explosivo, se les ha ido a todos de las manos, y parece ser que se avecinan varios años con el crudo a unos 50 dólares el barril. Esto es menos de la mitad de hace unos años, y ocasiona que los estados petroleros tengan múltiples dificultades, y no digamos las compañías dedicadas a la extracción del oro negro. 

CVX comenzó la bajada de precios con un payout inferior al 50%. Un colchón que se esfumó en menos de un año. Después, los beneficios ya no cubrían el dividendo y, por último, a más de dos años desde el comienzo de la bajada de los precios del crudo, ha entrado en pérdidas. Son ya varios trimestres en los que parece que la compañía debería tirar la toalla de los dividendos, recortándolos o suprimiéndolos. 

Pues resulta que, según leo más y más, evidentemente todo en inglés, la compañía va rompiendo los pronósticos y mantiene el dividendo. Recorta en gastos superfluos, recorta en exploración, recorta en gastos de capital para nuevos proyectos, despide gente, aumenta los ingresos de refino, vende activos no estratégicos, aumenta la deuda. Pero no cede. CVX sigue manteniendo el dividendo. ¿Y a quien favorece esta política? Pues, evidentemente, no a los especuladores y traders, no a los que invirtieron pensando en valor. Sólo favorece a los que invirtieron por dividendo. ¿Que si esto supone que la compañía crecerá menos en los próximos años? Pues es posible. Pero yo no quiero que crezca y crezca. Yo quiero que me pague, puntualmente, mi dividendo. Y si es posible, que lo suba en un futuro, por encima de la inflación. Pero que lo suba con prudencia. 

Los que ya llevamos unos tiros dados en esto, pocos, pero alguno llevamos, sabemos que no hay nada peor para un inversor por dividendos que un "año en blanco" en alguna de nuestras empresas. Lo que ha hecho POPULAR recientemente o lo que hizo TEF en 2012. Y esos divis que no cobramos no se recuperan por mucho que lo suba luego la empresa o por mucha charlatanería sobre su futuro y la revalorización posterior de la misma. 

Para mí, CVX es un ejemplo de empresa a invertir por dividendos, y es lo que pediría para el resto de empresas de mi cartera. No quiero ser rico ni pegar "un pelotazo", pero sí quiero cobrar puntualmente mis divis. Los necesito y son el motivo de mi sacrificio en el ahorro y de mi disciplina al invertirlo. 

Y que conste que la Red está llena de opiniones contradictorias sobre este fenómeno. Sus 8.000 millones de dólares anuales destinados a remunerar al accionista dan, continuamente, mucho de qué hablar. Hay comentarios para todos los gustos: que si va a quebrar, que si se va a convertir en una empresa mucho peor, que si así no puede seguir, que si le quedan dos años de aguante, que si le quedan seis meses, que si el CEO no sabe hacer la O con un canuto, que si es un visionario, que si es un genio. Vamos, lo dicho, opiniones para todos los gustos. Pero mientras, y eso es lo importante, CVX va pagando, trimestre a trimestre, su dividendo. 

Me viene ahora a la mente, mientras escribo, una estrofa de un poema que me hicieron aprender de memoria en 8º de EGB (en mi época, los maestros podían exigirte eso sin ser denunciados por maltrato psicológico) y que no viene mucho a cuento, pero es bonita y la pongo, que para algo tengo un blog:

"Allá muevan feroz guerra ciegos reyes
por un palmo más de tierra
que yo tengo aquí por mío 
cuanto abarca el mar bravío 
a quien nadie puso leyes"

Vamos, que viva la libertad y que cada uno haga lo que quiera. Pero, mientras, yo sigo cobrando mis divis. Y si pasado mañana CVX deja de pagarlos, pues otro error de inversión al saco, a asumirlo, y a otra cosa, mariposa. 

De errores de inversión hablaremos, precisamente, la semana que viene

Un abrazo a todos, mis queridos lectores,

Julio

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Conversaciones veraniegas con un broker jubilado

Este verano he podido hablar con mi amigo broker jubilado un poco más de lo que viene siendo habitual en los últimos años. No sé muy bien el motivo, quizá él tenía más ganas de hablar y yo de escuchar. En fin, lo que importa es que para mí han sido bastante fructíferas y trataré de poner por escrito, por si os sirve, algunas ideas. Si no os sirven, pues a la basura esas ideas y a otra cosa, mariposa. 

En una de nuestras conversaciones, hablamos de cómo estaba enfocando yo mi jubilación. Hablamos de la importancia de tener no sólo acciones, sino también fondos. Y lo importante que es que pertenezcan a gestoras independientes de los bancos. Dicho esto en una persona mayor de 65 años que ha trabajado toda su vida para un banco es, cuanto menos, sorprendente. Mi madre, que no es mucho más mayor, es de esa generación de personas que idolatran a los directores de sucursales, que creen a pies juntillas que todo lo que dicen es verdad y que es por tu bien. La conversación versó sobre los problemas que tienen los fondos ligados a los bancos que cercenan su rendimiento a largo plazo. 

También salió la idea de invertir en acciones a ultra largo plazo. Aquellas que por sí sólo ya constituyen un buen plan de pensiones para el futuro. Actualmente, asequibles y con un futuro muy brillante sólo coincidimos los dos en IBE. De TEF él tiene muchos más reparos que yo (está invertido en ellas desde antes de la privatización). De las americanas me habló de KO, pero recientemente se había salido de ella. El motivo es que no lo veía claro al plazo temporal que maneja, que evidentemente tampoco es el mío. Como yo tampoco lo veo claro, pues ahí coincidíamos. 

Otra conversación muy importante trató sobre aprovechar el BREXIT. Evidentemente, ese día tenía puestas múltiples órdenes de compra y todas le entraron. Parte las vendió la semana siguiente y parte se las quedó. Como os dije hace tiempo, su estrategia no es a largo ni a corto, es a ganar dinero. Tiene valores desde antes que yo naciese. En cambio, no tiene problemas en comprar algo y venderlo a la semana con revalorizaciones del 30, 40 o 50%. Y por cierto, si hablamos de tener una cartera de dividendos, otra Value, otra de trading, se muere de la risa. Él tiene una cartera y va viendo. Vende si necesita o si le apetece o si cree que puede sacarle a un valor un rendimiento superior de esa manera para luego invertir en otra cosa. Este año se ha ido con su mujer a dar una vuelta al mundo de 120 días en un crucero. No le pregunté cuánto le había costado ni de dónde había sacado el dinero. Pero estoy convencido que de la rentabilidad de un depósito bancario, seguro que no. 

Pues en esta conversación sobre el BREXIT me animó a invertir en compañías que habían quedado tocadas, tipo IAG. Le comente si le parecía una compañía confiable de cara al dividendo futuro y me dijo que por qué no. Desde ese día la incorporé a mi radar, después de buscar unos cuantos datos sobre ella y leer opiniones. Si ya formó parte de mi cartera como IBERIA, no me importaría incorporarla una vez más como IAG. Una compañía más grande, más confiable, mejor llevada y con más futuro. Me he propuesto comprarla a 4. Veremos si lo podré hacer este año, o el que viene...

También hablamos de mis últimas compras del verano, TRE. No le gustó, me dijo que era un valor pequeño y con mucha especulación bajista. Sin yo decirle nada me dijo "si el petróleo se recupera..." Fue un pequeño palo para mí, sólo dulcificado porque poco después salió que había ganado un proyecto sobre biomasa en UK. Se lo había quitado a ABENGOA. A ver si sigue en esa línea y se mete en energías alternativas. De todas formas, la vigilaré de cerca. 

Y por último, también le pregunté otro día por empresas para invertir por dividendos. Me dijo que él había entrado en SAETA YIELD. Y me explicó que da un dividendo especial que no paga impuestos porque lo que hace es rebajar su capital. Ya en mi casa la estudié a fondo y la descarté no por eso, sino porque es una buena inversión por dividendo a 10 años vista. Si me fuera a jubilar en ese plazo la compraba, pero busco empresas para mantener por mucho más tiempo, más del doble, quizá el triple de años. Y las placas fotovoltaicas van perdiendo eficacia y hay que cambiarlas. Y SAETA da el 100% de lo que gana a sus accionistas. Por tanto, pasado ese plazo es una mala compra. 

Esto, junto con hablar de la situación política desastrosa por parte de los cuatro partidos implicados, y de dejar claro que no tiene ninguna duda de que PODEMOS antes o después llegará al poder (mira SYRIZA, me dijo) fue lo más sustancioso desde el punto de vista bursátil. Pero estaba mucho más contento porque iba a ser abuelo una vez más.

Espero que os sirva, a mí lo hizo.

Un abrazo a todos y todas

Julio

jueves, 8 de septiembre de 2016

Dolce far niente

La traducción literal del título de este post sería "la dulzura de no hacer nada", pero su traducción más realista el castellano sería "estando plácidamente a la expectativa", que es lo que significa esta famosa frase italiana.

Lo comento porque quizá esa es la actitud de autocomplacencia en la que podemos caer después de esas tranquilas semanas de agosto y primera de septiembre donde vemos que la bolsa va para arriba, lenta pero segura. La percepción de que no se aproximan nubarrones por el horizonte puede hacer todavía más placentera esa sensación. 

Y no pasa nada por, de vez en cuando, estar tranquilo y a la expectativa. La operativa B&H se basa más bien en eso, en hacer nada o muy poco mientras nuestras acciones suben o bajan y cobramos nuestros dividendos. 

Pero sabéis que esa autocomplacencia no es muy propia de mi forma de ser. Siempre estoy revisando, con espíritu crítico pero tranquilo, mi operativa, lo que veo y lo que leo. Y aquí enlazo con alguna de las ideas que he reflexionado este verano, con hacer una cartera sólida y con las menores flaquezas y debilidades posibles. Como decía la canción de los AC/DC: "Hard as a rock" (creo que lo aplicaban a otra cosa, pero sirve para el ejemplo). 

Y una de las debilidades de mi cartera ha podido ser parcialmente resuelta este verano. Mi cartera estaba marcada por empresas con un fuerte pasivo (en muchos casos muy justificado por su fuerte inversión en infraestructuras). Pues bien, la debilidad momentánea mostrada por Técnicas Reunidas me ha permitido comprar fuerte (en varias oleadas) en una empresa sin deuda. Es más, con caja neta. Y con un YOC superior al 5%. Y con cierta separación entre las compras, ya que la primera entrada fue antes del verano. Ya tengo la posición casi cerrada y con una empresa interesante para el B&H en mi cartera. Ocasiones así hay que aprovecharlas. Ahora ya está fuera de precio. 

Otra de las debilidades de mi cartera, sin embargo, no he podido solucionarla. Tengo ganas de entrar en el mercado británico y me quedé a las puertas de comprar RIO. Pero su bajada de dividendo y el que se fuera para arriba como un cohete me lo impidió la pasada primavera. En cambio, la libra ya está a tono para hacer buenas compras en ese mercado. Y no quiero recibir empresas que dan scrip, por lo que National Grid queda descartada. Me interesaría una empresa internacionalizada, que llegue a países anglosajones donde las empresas europeas de mis fondos no llegan. Me lo pongo como tarea para este otoño, pero quiero pensármelo muy bien, no quiero hacer "Tesc-adas" como hicieron Buffet y Paramés hace un par de años, o como estuve a punto de hacer yo en 2013. 

Por tanto, "dolce far niente" en mi caso sí, disfrutemos de lo que toca, pero trabajando entre bastidores para que con suaves toques en el timón (no hace falta hacer una revolución) mi cartera sea cada vez más y más fuerte, esté mejor preparada para las subidas y las bajadas. 

Sólo un consejo. Parece que después del anuncio de las OPVs de Telxius y O2, TEF va para arriba como un tiro. Quizá llegue a 11. Mi pregunta a aquellos (que no soy yo, ni mucho menos) que piensan que TEF es un truño y que están atrapados "en una jaula" por el valor, es: ¿por qué no vendes ahora que sube y te quitas definitivamente ese "problema" y fortaleces, desde tu punto de vista, tu cartera? Es el momento durante las próximas semanas, de aquí a noviembre que da el dividendo. No sea que pertenezcas al grupo de los que se lamenta cuando está baja de que no pueden vender, y cuando llega a precios de venta, pues que viva Telefónica y que donde dije digo, digo diego. Y cuando vuelva a bajar, pues a volver a lamentarse. Yo, desde luego, he decidido quedármela para siempre. Tanto si sube como si baja me da lo mismo, porque ya tengo la posición cerrada desde hace muchos, pero que muchos, años. 

En fin, sigo con mi "dolce far niente" bursátil, que no en el curro. Ahí sí que me he encontrado hace ya unos días con una buena pila de papeles atrasados y de cosas urgentes, que requieren hacer algo. 

Un abrazo a todos

Julio

jueves, 1 de septiembre de 2016

De nuevo en el tajo...

Hola. Ya estamos de vuelta por aquí, después de unos días de descanso. Descanso del blog, porque del curro no ha sido ni mucho menos tanto, ya me gustaría a mí...

Vengo con bastantes ganas y nuevas ideas, ideas que ya iré dosificando y dejando caer durante las entradas de este otoño. Verbalizar esas ideas me ayuda, y también lo hago por vosotros. Si fuera por lo que deja el blog, tendría para un café mensual, y más bien donde lo tomaba Zapatero... Intentaré este año conseguir algún patrocinio. Y si llega bien, y si no, pues bien también.

Como os he dicho en muchas ocasiones, no tengo bola de cristal. Pero intuyo que el otoño no se presenta con demasiados nubarrones. Quizá la subida de tipos USA o la banca italiana puedan darnos algún sustillo, pero nada que parezca que esto se hunde o cosas por el estilo. Iremos viendo...dijo un ciego...

Respecto a mis propias operaciones, hice varias, más de las que suelo hacer en el verano. Aproveché la debilidad de TRE para entrar en varias ocasiones. Ya tengo la posición casi cerrada. Si vuelve a ponerse a tiro la cierro, y si no, pues va bien cargada.

Pero de compras y ventas no os quiero hablar en esta entrada, ya que este verano ha sigo muy pródigo en buenas conversaciones con mi amigo el broker jubilado. El levante gaditano tiene la culpa, si es que cuando sopla no se puede ni ir a la playa. Espero que no os haya pillado. 25 días de levante de un total de 62 entre julio y agosto. Una pasada. Pues como os decía, hemos hablado mucho, y creo que dará para alguna antrada. Me reservo para ese momento. Seguro que alguna cosa de la que hablamos os sorprenderá...

También estuve por el Pais Vasco. Una delicia. Paisajes, gastronomía, playas (bueno, aquí la nota no llega al sobresaliente como las gaditanas), arquitectura, cultura... Volveré, casi seguro, a Bilbao, que nos entusiasmó. Y a Hondarribia, hay que ver qué paseos por el monte Jazkibel... Por cierto, para los que llevan un tiempo sin ir, NI RASTRO DE POLITICA. De esas imágenes que recordaba de pintadas de Gora ETA en cada esquina, o de ese ambiente plomizo con fotos de etarras por todos los sitios...nada de nada. Euskadi ha cambiado un montón, a mejor, según mi punto de vista. Al menos desde 1995 que llevaba sin aparecer por allí.

Uf, disculpadme si me ando por las ramas o me cuesta entrar en materia. "No estoy en forma" en esto de escribir en el blog y se nota. De la otra tampoco, y la gastronomía del norte tiene buena culpa...

Espero que vengais del verano también descansados y con ganas, como yo. Y el que no haya podido, seguro que puede hacer alguna escapadita en los próximos días...

Nos vemos por aquí 

Un abrazo

Julio